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Viaje al corazón de Blanca

Aunque es indiscutible el protagonismo que siempre ha tenido Blanca en los sentimientos y en la pintura de Pedro Cano, pienso que en pocas exposiciones ha quedado plasmado de una manera tan evidente y entrañable el viaje que nuestro pintor realiza al corazón de Blanca.

Se nos presenta un bellísimo diálogo entre la poesía y la lírica del alma del pueblo, visualizada en sus bellos e idílicos paisajes, que tienen como especial protagonista al río y el cuerpo plasmado en las escultóricas montañas que lo encierran, todas ellas finalizadas por unos elementos esenciales que son sus infinitas cumbres. Estos elementos que acabamos de citar forman el contrapunto entre el cuerpo y el alma del paisaje blanqueño. La poesía y la lírica de los paisajes huertanos están siempre referenciados por pequeñas casitas rurales semi abandonadas, iluminadas por un colorido suave y riquísimo en matices que contrastan con la fuerza matérica con la que están representadas sus escultóricas peñas, rodeadas, como ya hemos señalado, por la Peña Negra y el Castillo, uno de los últimos refugios de los moros en la Región de Murcia y que causa una innegable melancolía en muchos de los visitantes del pueblo.

Y aunque es indiscutible que una poderosa arma para el artista son sus ojos, esta mezcla de sentimientos internos y externos que me produce la íntima visión de esta bellísima exposición me permite terminar recordando la famosa frase del Principito que creo refleja y entraña a la perfección la filosofía y la lírica visión de este magnífico recorrido de Pedro por su pueblo: “no se ve bien sino con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos”.

Mª Carmen Sánchez-Rojas Fenoll
Directora del museo de la Fundación Pedro Cano

Inauguración:
Jueves 19 de septiembre, 20h.