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La Fundación Los Álamos del Valle de Ricote ha trasladado al TEATRO CERVANTES DE ABARÁN la ceremonia (que en un principio se iba a celebrar en el Aula de Cultura de la Fundación Cajamurcia en Murcia) con el fin de ofrecer un mayor aforo, ya que la masiva respuesta de los invitados y de los admiradores de la galardonada ha desbordado las previsiones.

La Fundación Los Álamos del Valle de Ricote ha concedido el IV Premio Floridablanca a la mezzosoprano María José Montiel en reconocimiento de su extraordinaria trayectoria artística en el mundo de la ópera y la zarzuela, tanto en repertorios clásicos como contemporáneos. Con esta distinción también se quiere reconocer públicamente su notable labor docente, divulgadora e investigadora del patrimonio musical español, así como su incansable compromiso con la promoción de Murcia y del Valle de Ricote en escenarios nacionales e internacionales.

En esta cuarta edición colaboran la Universidad de Murcia, la Universidad Politécnica de Cartagena, la Fundación Cajamurcia y el Ayuntamiento de Abarán, localidad natal del padre de la galardonada. La entrega del premio tendrá lugar el lunes 18 de noviembre, a las 19:30 horas, en el Teatro Cervantes de Abarán, en un acto en el que también se realizará un homenaje póstumo al fundador y alma mater de la Fundación Los Álamos, el embajador de España y diplomático José Luis Pardos, fallecido el pasado mes de abril.

La profesora Francisca Moya del Baño, patrona de la Fundación Los Álamos y catedrática de Filología Latina de la Universidad de Murcia, será la encargada de pronunciar la laudatio a María José Montiel. Posteriormente, Conrado Navalón, presidente de la citada entidad y doctor en Psicología, hará entrega del galardón, consistente en una obra de arte del escultor murciano José Antonio Lucas. El acto finalizará con un breve concierto de piano de Antonio Narejos.

Una artista de renombre internacional arraigada al Valle de Ricote
La artista de renombre internacional María José Montiel Barcia posee un amplio historial de méritos profesionales y personales. Catedrática de Canto en la Universität der Künste de Berlín, Premio Nacional de Música en 2015 y finalista de los Premios Grammy en 2002 (entre otros muchos galardones), Montiel ha actuado en los teatros y auditorios de mayor renombre del mundo –como la Scala de Milán, el Carnegie Hall de Nueva York, el Konzerthaus de Viena o la Opéra National de París–, dirigida por grandes batutas y junto a prestigiosas orquestas sinfónicas. El pasado mes de junio ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, una de las instituciones de mayor trascendencia y vigencia cultural de España, como académica numeraria por la Sección de Música.

A todos esos logros profesionales y a sus capacidades vocales y artísticas se une “su excepcional calidad humana y su afecto a las raíces familiares”. Según el Patronato de la Fundación Los Álamos, María José Montiel “personifica los ideales y el espíritu de la Ilustración de esta entidad y del propio Premio Floridablanca y reúne con creces los requisitos necesarios para esta distinción, pues representa la excelencia en su trabajo como intérprete y docente en el ámbito musical. Además, su familia paterna procede de Abarán, municipio del Valle de Ricote con el que mantiene un fuerte sentimiento de arraigo y cariño, tal y como le ocurría a nuestro querido José Luis Pardos”.

Recuperar valores de la Ilustración para la sociedad actual
La Fundación Los Álamos se centra en trabajar por una educación y cultura integrales y de progreso a través de la formación, la sensibilización y la divulgación científica. Valores asociados a los principios de la Ilustración que pretende promover en diversos ámbitos de la sociedad actual: la educación y la cultura, las artes, el medioambiente, las migraciones, el mundo de los mayores, la accesibilidad digital, etc. Para ello desarrolla diversas iniciativas como la biblioteca y los escritos Floridablanca, la propuesta Mar Menor posible, un proyecto de viviendas colaborativas para personas mayores en la Región de Murcia (Cohousing Los Álamos), seminarios sobre diversidad y accesibilidad en la Red, un portal divulgativo sobre nutrición o el Premio Floridablanca.

Este Premio surgió en 2014, cuando la Fundación Los Álamos decidió establecer un galardón bajo la denominación del murciano conde de Floridablanca que recogiera los valores intrínsecos a la propia Fundación, “reconociendo a personas comprometidas con el desarrollo social y cultural que hayan dedicado su vida y sus trabajos a una educación sistémica y de progreso”. Hasta la fecha se han celebrado tres ediciones del Premio Floridablanca, en las que se ha hecho entrega de esta distinción a Antonio Narejos Bernabéu, pianista, compositor, pedagogo e investigador musical; Luisa Gómez Soubrier, camarera del Paso de la Santa Cena (de Salzillo) de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús, y José Salvador Fuentes Zorita, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, expresidente de la Confederación Hidrográfica del Segura y exconsejero del Gobierno Regional.

El legado del humanista José Luis Pardos
En el acto de entrega del Premio Floridablanca del día 18 de noviembre estará muy presente la figura del fundador y presidente de honor de la Fundación Los Álamos del Valle de Ricote: José Luis Pardos (11 de junio de 1934 – 18 de abril de 2024), doctor en Derecho internacional y humanista de una inteligencia excepcional que, a pesar de recorrer el mundo en el desarrollo de su brillante carrera como diplomático y embajador de España, jamás se olvidó de sus raíces: la Región de Murcia y, especialmente, su amado Valle de Ricote.

Durante toda su vida trabajó en la promoción de los derechos del hombre, la cooperación, el medio ambiente y la comunicación digital. La Fundación Los Álamos fue su gran sueño hecho realidad. Un proyecto que le permitió seguir avanzando en esos ámbitos a la vez que podía estar conectado con las universidades públicas de la Región y con los ayuntamientos del Valle de Ricote. En esta Fundación “volcaba su pasión por el conocimiento, su compromiso con el desarrollo social y su inagotable vocación de servicio”, destaca Conrado Navalón, actual presidente y amigo del fundador, quien asegura que “su legado sigue vivo a través de los patronos, amigos y voluntarios que continúan fomentando el espíritu fundacional y trabajan por conseguir un mundo mejor a través de una educación y una cultura integrales y de progreso”.